Los sordos y la Ley en México.

Hoy en día, existe un gran número de comunidades vulnerables en México, y a la vez hay un problema con el tema de la violación de sus derechos o en el incumplimiento de sus garantías, daré unos ejemplos de comunidades vulnerables:

Según datos del INEGI, de los 31.5 millones de hogares del país, en 6.1 millones vive al menos una persona con discapacidad, en México hay más de 415 mil 800 personas con ceguera y existen alrededor de 2.3 millones de personas con discapacidad auditiva en el país. Si bien, los datos pueden variar respecto a las fechas, podemos notar la gran cantidad de personas que pertenecen a estas comunidades.

Ahora, aunque podemos reconocer sin lugar a duda, que los sordos son personas capaces para poder hacer todo y desarrollarse en la mayoría de los ámbitos, no podemos olvidar que hay ciertos grados de vulnerabilidad en la que se encuentran en algunos casos.

El problema

Unos de los problemas más comunes y los que más preocupan, son la violación de sus derechos fundamentales, estos mismos derechos, son aquellos que tiene la persona por el solo hecho de serlo, es decir, todos los seres humanos, no importando condición o circunstancia poseen y deben gozar de estos derechos gracias a su dignidad inherente.

El estado, como ente encargado de brindar justicia, se ha visto limitado y desorganizado al momento de atender estas necesidades básicas para una comunidad, que representa parte importante de la población. A pesar de contar con “instrumentos y modelos” que datan ya de algunos años, aún podemos evidenciar deficiencias en el ejercicio de los derechos de las personas sordas.

Las bases

Un ejemplo de un instrumento es la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, en donde se plantea un modelo social y se abordan conceptos como el diseño universal y los ajustes razonables, los cuales vienen a ser estrategias necesarias para una accesibilidad universal, en la que todas las personas pueden ejercer y gozar plenamente sus derechos fundamentales desde el funcionamiento normal de las cosas y no como una respuesta médica en consecuencia de su necesidad.

La Ley General para la Inclusión de las personas con discapacidad ya incluye muchos de estos conceptos, pero si volteamos a ver la realidad aún nos encontramos con: hospitales no accesibles para las personas sordas, falta de acceso a la justicia por falta de intérprete, mal uso de conceptos en organismos públicos o privados, y la lista podría seguir.

Por ejemplo; el artículo 32 de la Ley General para la inclusión de las personas con discapacidad contempla la libertad de expresión, opinión y el acceso a la información, y como medidas que deben tomar dice: “Promover la utilización de la Lengua de Señas Mexicana, el Sistema Braille, y otros modos, medios y formatos de comunicación, así como el acceso a los nuevos sistemas y tecnologías de la información y las comunicaciones, incluido Internet”

Sin embargo, aún nos topamos con grandes problemas de rezago educativo y una deficiencia importante en la promoción de maestros que enseñen en LSM.

Los instrumentos están ahí, pero lo cierto es que los derechos anteceden al papel, que ni siquiera hace falta ponerlos de manera positiva para su cumplimiento, pues, aunque se diga tanto de manera explícita, se cumple tan poco en la práctica, como dijo Bastiat alguna vez: “La vida, la libertad y la propiedad no existen por razón de leyes hechas por el hombre. Por el contrario, el hecho es que la vida, la libertad y la propiedad existen con anterioridad a aquello que hizo a los hombres hacer leyes por primera vez”

En conclusión

Por último, Si bien la observancia de esta ley depende de los mismos órganos públicos y podríamos culpar al estado por todas sus deficiencias en la práctica, también es cierto que encontramos culpables en la sociedad, pues, muchos familiares o personas cercanas a las personas sordas prefieren buscar un modelo rehabilitador, en donde el sordo difícilmente se adapta, a buscar un modelo social en donde el sordo pueda acercarse a una comunidad sorda (que tiene tiempo existiendo y creciendo) y que con esto misma base se busque proponer y hacer presión a las autoridades correspondientes, para que se lleve a cabo un cumplimiento real de lo que tanto se dice en el papel.

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La Comunidad Sorda en México: Oportunidades y Contexto Histórico